Una de las dudas más frecuentes a la hora de adquirir un sistema de aire acondicionado es el gasto que deberemos afrontar por su utilización. Con tal de no superar el presupuesto esperado, es necesario tener en cuenta varios factores que nos ayudarán a determinar su coste económico. Uno de los principales aspectos tiene que ver con el tipo de tecnología que emplea nuestro sistema: siempre es preferible optar por la tecnología inverter, ya que ésta mantiene la temperatura deseada adaptando el consumo. En el caso contrario, los picos de energía se dan con mayor facilidad, ya que cuando se obtiene la temperatura deseada el aparato se para, reiniciándose cada vez que hay una oscilación.
Otra cuestión es conocer el consumo eléctrico de nuestro aparato: en función de la potencia eléctrica por hora nos será fácil calcular el coste que nos supondrá tener nuestro aire acondicionado encendido, lo cual será de gran utilidad durante los meses de más calor del año. Una de las aplicaciones menos recomendables para nuestra salud es dejar el aire encendido toda la noche: a pesar de que el cálculo del gasto sea lo suficientemente interesante como para llevarlo a cabo unos cuantos días, hay que tener en cuenta que un uso tan prolongado del aire acondicionado puede resecar en exceso el ambiente y, en consecuencia, nuestra garganta y nariz.
También, dependiendo de la tarifa contratada, los precios oscilarán más o menos. Existen tarifas que realizan discriminación horaria y otras que no: para aquellas que no discriminan por horas, los precios son más altos de la mañana a la media tarde, mientras para las que sí lo hacen su tramo más caro iría del mediodía a la media noche. Sabiendo todo esto, es mucho más sencillo controlar el consumo que realiza nuestro aparato de aire acondicionado y gestionarlo de la manera que nos resulte más cómoda para continuar disfrutándolo.
Con tal de experimentar un ahorro en nuestros sistemas de aire acondicionado, también podemos optar por sistemas que hagan hincapié en el ahorro energético, como por ejemplo la bomba de calor, que nos proporciona tanto calefacción como refrigeración reduciendo en gran medida los costes por mantener nuestro hogar a la temperatura deseada.
