Insonorización: los 4 principios básicos

A continuación, te presentamos información útil para aclarar conceptos que al principio parecen confusos  y pueden transformarse en un inconveniente si no son usados correctamente. 

 

¿Quiero contener el ruido o necesito absorberlo? 

Si necesitas contenerlo, entonces hablaremos de aislamiento acústico. Si por el contrario, lo que necesitas es absorberlo, entonces estaremos hablando de acondicionamiento acústico.

 

Los 4 principios básicos de la Insonorización

1. La masa o densidad en la insonorización

El primer principio del aislamiento acústico es la masa del cerramiento, la cual actúa en el sentido de dificultar la transmisión directa del ruido al producir oscilaciones más débiles del elemento de separación.

El efecto de doblar la masa del cerramiento es un aumento de 6 dB del nivel de aislamiento acústico. Así para requerimientos elevados de aislamiento resulta impracticable emplear únicamente esta estrategia al obtenerse cerramientos excesivamente pesados.

2. Amortiguación para aislar acústicamente una superficie

Pulse en una copa de vino con un tenedor, y sonará. Ahora si la sujetamos con los dedos el sonido se detiene abruptamente – esto es el efecto de amortiguación. En la insonorización, la amortiguación se lleva a cabo con compuestos amortiguadores como la cola verde y adhesivos viscoelásticos. La propiedad especial del compuesto de amortiguamiento es su capacidad para convertir la energía del sonido en calor, para que el sonido se detenga bruscamente.

El compuesto de amortiguación trabajará correctamente, cuando sea aplicado entre los dos paneles rígidos (paneles de yeso, madera contrachapada, o Subsuelos por ejemplo), que luego se atornillan entre sí, formando un sistema de capa incrustada de aislante. Cuando el sonido golpea el sistema, hace que las fuerzas de cizallamiento entre los paneles rígidos creen fricción en la capa de amortiguación, convirtiendo así la energía del sonido en calor.

La amortiguación es la más eficaz de los cuatro elementos contra el ruido de baja frecuencia, tales como los latidos impactantes de la música o el ruido de la maquinaria de construcción.

3. El desacoplamiento 

En la transmisión del ruido desde un local emisor a otro receptor intervienen distintas vías o caminos de transmisión.

El principio del desacoplamiento mecánico se basa en inhibir la transmisión del sonido por las distintas vías o caminos mediante el empleo de soluciones constructivas multicapa y elementos auxiliares. Algunos ejemplos de este principio son los cerramientos de doble hoja con cámara de aire interior.

Uno de los aspectos a tener en cuenta sobre el desacoplamiento mecánico es que es dependiente de la frecuencia de la onda sonora incidente, existiendo determinadas frecuencias (frecuencias de resonancia) a las que el aislamiento es prácticamente inexistente. 

Debido a que requiere la destrucción de estructuras existentes, el desacoplamiento se utiliza con menos frecuencia cuando tenemos que aislar acústicamente un espacio. Además, debe planificarse con cuidado y correctamente, ya que en realidad puede empeorar el ruido de baja frecuencia, mediante la creación de una nueva cámara de resonancia.

4. La absorción acústica

Tiene que ser un material poroso o fibroso, de poro abierto, con coeficiente próximo a 1, que por rozamiento molecular convierta la energía del ruido en calor. No puede ni debe ser espuma de celda cerrada, ya que ésta descompensa el principio de desacoplamiento acústico, al unir todos los elementos de forma rígida, y ser de poro cerrado.

Para obtener los mejores resultados de aislamiento acústico utilizaremos una combinación de los cuatro principios.
Estos 4 principios acústicos trabajan independientemente unos de otros. Esto significa, por ejemplo, que si tienes gran cantidad de masa, pero sin amortiguación ya ha aplicado, se puede obtener una mejora significativa mediante la adición de un elemento de amortiguación en el sistema.

Deja un comentario