Hoteles de calidad para un turismo de calidad

Si una empresa quiere ser líder en su sector tiene que apostar única y exclusivamente por la calidad en todos los aspectos que conforman su negocio. La excelencia atrae una clientela de excelencia, parece algo elemental. Pero hoy en día en industrias con tanta competencia entre empresas como es la del turismo, el apostar por la calidad no es sino una estrategia de supervivencia para evitar que a uno le acaben comiendo el terreno. La lucha es enconada entre las distintas empresas, y ya no vale con la batalla del precio. Sobre todo desde que algunas aplicaciones de Internet están dejando por los suelos el alquiler de habitaciones por parte de particulares, como ya ha ocurrido con aplicaciones de transporte como Bla Bla Car o Uber, en el caso del transporte público entre ciudades o de los taxis dentro de la ciudad.

Los negocios tradicionales de hostelería que quieran seguir la senda del triunfo durante los siguientes años y no bajarse del tren durante el camino lo tienen relativamente sencillo, siempre y cuando acompañe la liquidez económica. Apostar siempre por los mejores proveedores, tanto de servicios como de productos, es la mejor vía para garantizar una fuente fija de ingresos de calidad. La contrapartida es que la inversión inicial necesaria para ello es de mayor cuantía al principio, y por ello no todo el mundo se lo puede permitir, pero la idea parece clara. El turismo de lujo es un mercado creciente, sobre todo por el empuje de las nuevas clases altas y medias en países como China, Rusia o la India, y en un país tan turístico y tan visitado como España eso nunca puede suponer una mala noticia.

En el caso de los hoteles, que son uno de los aspectos que más suelen valorar los turistas tras sus visitas, hay que procurar que las habitaciones estén dotadas con la mejor ropa de cama de hosteleria, con los mejores equipos de aire acondicionado, con los trabajadores dotados de la mejor preparación y con mil y un detalles más que hay que tener en cuenta.

Solo de ese modo se conseguirá atraer a un turista de calidad, que es el que mejor gasta y el que más retorno económico deja en cada visita, y de ese modo se podrá recuperar fácilmente la inversión realizada inicialmente. La opción de mantener alojamientos baratos y de poca calidad es la otra vía posible, pero apenas genera beneficios para seguir creciendo, y si lo hace es a costa de ofrecer un pésimo servicio a visitantes que no pueden permitirse pagar un alojamiento más caro.

Si queremos mantener el prestigio de España como país turístico de calidad, es fundamental el concurso de los empresarios hosteleros.

resuntex

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