Usos y costumbres de las nuevas tecnologías en el hogar

Comprobar si te falta leche en la nevera y, si es así, poder comprarla desde el trabajo o mientras disfrutas de tu día libre, era algo inimaginable hace tan solo un par de años.

La última encuesta hecha pública por el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre el equipamiento y uso de las tecnologías de información y comunicación en los hogares españoles, señala que en 2016 el 99,3 % de nuestras casas disponen de televisión y el 96,7% si hablamos de implantación del teléfono móvil.

Si a estos datos le sumamos que en 2016 -según el mismo estudio- el 81,9 % de los hogares (más de 13 millones) cuentan con acceso a Internet frente al 38% de domicilios que contaban con acceso a la red en 2006, podemos comprobar como en los últimos 10 años vivir en un entorno multimedia es un hecho.

Ciertamente, la implantación de las nuevas tecnologías no solo ha supuesto un salto exponencial en la relaciones sociales sino en la forma de vivir.  Hoy en día ya no nos conformamos con tener un ordenador y manejarlo con un mando para PC, la domótica o ´casas inteligentes´ empiezan a estar cada vez más presentes en el mercado inmobiliario.

Las agencias ya destacan entre las viviendas que ofertan la presencia de sistemas de control integral para la gestión automática de tareas como luces, persianas, sistemas de seguridad, calefacción, aparatos multimedia o audiovisuales como altavoces inalámbricos.

Lo cierto es que la implantación de tecnologías en el hogar no es solo una cuestión de comodidad o para que nos hagan ganar tiempo, sino un importante recurso para el ahorro energético. Los nuevos sistemas ya contemplan las necesidades de los habitantes, tanto que son capaces de adelantarse a tus deseos -como encender la calefacción o subir las persianas- justo antes de que llegues a casa.

Es cada vez más sencillo, la gestión de todo tu hogar con un mínimo de accesorios o directamente desde tu tableta o teléfono móvil de forma muy sencilla. Las nuevas aplicaciones  incluso permiten crear escenas de confort previamente establecidas (luces, calefacción o música) a golpe de clic desde tu dispositivo.

¿Cuestión de precio?

Si nos estamos planteando disponer de algún elemento de control en nuestro hogar lo primero que debemos de pensar es en nuestras necesidades  -al igual que cuando vamos a comprar un coche lo primero que pensamos en las necesidad de transporte, ocupación, consumo de gasolina, etc.- ahora debemos ver cuáles son nuestras necesidades y qué sistemas nos permitirán un mayor ahorro energético.

Existe una idea más o menos generalizada que disponer de estos sistemas es caro. Varían mucho dependiendo del tamaño del hogar y de los elementos de los que dispongamos. Existen soluciones intermedias para todos los gustos, pero lo cierto es que podemos disponer de sistemas básicos de control con un presupuesto de poco más de 1.000 euros.