A excepción de algunos, generalmente a los niños no les agrada mucho ponerse a leer, y lo peor que se puede hacer es imponérselos, porque le agarrarán fobia, especialmente porque esa imposición suele estar acompañada de gritos, regaños, castigos y pare usted de contar de todo tipo de amenazas y acciones malvadas que se nos ocurren a los adultos. En lugar de eso, hay que ponerles lecturas que sean de su agrado, fácilmente podemos comprar tebeos y hacerlo un momento grato para todos.
A qué niño no le gustan las historietas, incluso a qué persona no le gustan? Siendo sinceros debemos recordar con agrado y nostalgia cuando evocamos nuestra infancia leyendo revistas o pasajes que imprimían en una pequeña sección de un periódico y con ansias esperábamos a que terminaran de revisar las noticias para leer otro fragmento de esos episodios que tanto nos entretenían y emocionaban.
Aunque veamos a nuestros pequeños metidos tanto tiempo en aparatos electrónicos, no son tan diferentes a cómo éramos en nuestras respectivas épocas, más bien somos los culpables de impulsar a los niños y a los jóvenes a enviciarse con los videojuegos, juegos online y comunicación virtual. No es que esté mal que ellos tengan acceso y utilicen dichos medios, pero todo debe ser regularizado.
No todo debe ser virtual, por lo tanto, comprar los tebeos resulta una maravillosa opción para despegarlos de una pantalla, de promover la lectura y de paso, convertirlo en una actividad de integración familiar. Al culminar cada historieta podemos comentarla, preguntar la opinión de los pequeños, qué cambiarían, incitarlos incluso a que escriban sus propias historietas, les sorprenderá saber que algunos de los legendarios escritores de este tipo de lectura iniciaron desde temprana edad.
Adicionalmente, la cercanía que se logra con nuestros hijos es muy valiosa, de esta manera va creciendo la confianza, la fraternidad, se fortalece la comunicación, hasta que llega a ser una actividad, no solo placentera sino un acontecimiento que causa felicidad a todos los integrantes de la familia.
De allí a compartir otras actividades con el mismo ánimo será algo común, como ir a cenar en algún lugar que ellos escojan, hacer paseos y excursiones, practicar algún deporte y hasta ir de compra, al mercado, a reponer el vestuario porque estén creciendo o porque hay algún evento especial que requiera un traje nuevo, eso sí hay que ir a franquicias ropa infantil en donde son tratados como princesas y príncipes.
La idea es hacer todo lo que es necesario hacer, pero de una manera amena, agradable y fructífera en todos los sentidos, desde aprender hasta compenetrarse unos con otros. Hagámosles el aprendizaje más bonito a nuestros hijos y seguramente lo aprovecharán mucho más.