Elegir la puerta que custodie tu coche, y demás vehículos de tu propiedad, es una decisión que no se puede tomar a la ligera. Entre las características que deben definir a una puerta de garaje tienen que prevalecer la seguridad, la apertura, la comodidad y, por último, el diseño.Existen diferentes tipos de puertas de garaje: las basculantes, las abatibles, las correderas y las seccionales. Todas ellas con mecanismos de apertura diferentes, adecuados para según cada caso y espacio del que se disponga.
Mientras que las puertas de garaje correderas y basculantes son muy utilizadas en viviendas de campo, urbanizaciones, cocheras e, incluso, en naves industriales; las puertas abatibles y las puertas seccionales son las preferidas para instalar en garajes particulares.
¿Puerta de garaje abatible o puerta de garaje seccional?
Lo cierto es que ambas opciones son buenas. Las puertas abatibles son muy solicitadas, su mecanismo permite que se abra y se cierre formando un ángulo de 90 grados mediante unos rodamientos que las hacen pivotar. Sin embargo, cuando disponemos de poco espacio no es la alternativa más eficaz, ya que tendremos que tener suficiente hueco en la entrada del garaje para que la puerta no choque con nada y no corra el riesgo de averiarse o romper lo que se encuentre en su camino. Por esta razón preferimos las puertas de garaje automáticas seccionales, porque también son perfectas para espacios más limitados y están consideradas como las más seguras.
Éstas están compuestas por paneles de sándwich que llevan una chapa por las dos caras de aluminio o acero. Los paneles, a su vez, también están rellenos con una espuma aislante de poliuretano que permite aportar mayor seguridad y aislamiento, tanto acústico como térmico. Como broche final a su capacidad de protección, la puerta seccional está provista de unas gomas con aletas en todo su contorno que impiden por completo la filtración de humedad o agua en caso de lluvia.
¿Cómo funciona una puerta seccional?
Los paneles de los que hemos hablado se deslizan por un riel, mediante unas guías, hasta quedar horizontalmente en el techo del garaje o en la pared (si es lateral). Las puertas seccionales se instalan de manera sencilla y apenas requieren mantenimiento.
Un plus que añadirle a este son sus posibilidades estéticas. Es posible escoger entre una gran variedad de colores y vinilos que imiten la madera, además, los paneles pueden ser lisos, con cuarterones o surcos.
Como último consejo, sería recomendable instalar una pequeña puerta peatonal como medida de seguridad por si fallara en algún momento el automatismo de tu puerta de garaje.