Un maquillaje infantil para que disfruten tus hijas

Como madre de niñas muy presumidas debo decir que he llegado hasta el punto de tener todo lo relacionado con mis pinturas y maquillaje bajo llave. No sé si alguna os sentís identificadas, pero la verdad es que en cuanto ven algo con lo que poder pintarse la cara no dudan en hacerlo sin mirar las consecuencias. La verdad es que desde pequeñas ya apuntaban maneras, ya jugaban hasta con mi ropa, se las ponían aparentando que eran yo, se ponían incluso mis tacones, les encantaban andar por la casa taconeando como si de dos flamencas se tratara, al final opte por comprarles unos zapatos de sevillanas ya que temía que con mis zapatos se llegaran a doblar un pie o algo mucho peor llegaran a rompérselo. El caso es que yo siempre he querido comprarles algún tipo de maquillaje adecuado para su edad, no uno con el que salieran maquilladas a la calle sino uno con el que pudieran jugar en casa y que no fuera perjudicial para su piel, y es que no solo disfrutan pintándose los ojos sino que además tiene dotes de hacer bonitos dibujos en la cara de cualquiera, pero como os digo nunca me he fiado del maquillaje en los sitios en los que he encontrado.

Pero dio la casualidad que a las hijas de unas amigas les ocurre lo mismo que a las mías, que les encanta de igual forma pintar caras no solo a su madre sino a todo aquel que entra en su casa y claro viendo que lo quería hacer con algunas de sus pinturas por lo visto entró en mercamaterial.es y encontró que vendían maquillaje tanto en barra como en crema a gusto de la niña de la forma en la que le guste maquillar. Por supuesto enseguida entré en su web y pude ver en primera persona que lo que contaba mi amiga era verdad y claro como este año no quiero que tengan tanta cantidad de juguetes debajo del árbol, me encuentro con la gran sorpresa de que puedo cogerles un kit a cada una para que puedan pintarse la una a la otra, y despreocuparme yo de que puedan coger cualquiera de mis pinturas es así como al final las voy a poder tener colocadas en su sitio sin miedo a que me las puedan estropear otra vez.

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